La Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria, Sareb, y las entidades financieras cederán 26.000 viviendas de su propiedad para alquiler social. El llamado “banco malo”, creado en 2012, ha sumado diez mil viviendas más a las ofrecidas hasta ahora y los bancos se han comprometido a aportar un millar más.
El nuevo Protocolo sobre Alquiler Social de Viviendas, destinadas a familias vulnerables, ha sido rubricado esta semana en Moncloa, en un acto encabezado por el presidente del Gobierno y al que también asistieron la vicepresidenta tercera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño; el ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos; y el presidente de Sareb, Jaime Echegoyen. Tras la firma, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció que la mitad de las diez mil viviendas cedidas por Sareb se dispondrán a corto plazo para atender situaciones de vulnerabilidad. La mitad restante, lo será a medio plazo. El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana rehabilitará y acondicionará los pisos antes de ofrecerlos en alquiler social. En el mismo acto, el presidente Sánchez también desveló que destinará mil millones de los Fondos Europeos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia a financiar el Plan de Vivienda de Alquiler Asequible, con el fin de aumentar el parque público inmobiliario con 24.000 nuevas viviendas.
Por otra parte, el Fondo Social de Vivienda para familias vulnerables se prorrogará hasta enero de 2022, tras el acuerdo del Gobierno con la Asociación Española de Banca, la Confederación Española de Cajas de Ahorro y la Unión Nacional de Cooperativas de Crédito, la Asociación Hipotecaria de España, el Banco de España y la Plataforma del Tercer Sector. Los bancos aportarán un 10% más –hasta un total de 11.000 viviendas- a este fondo, que se pondrán a disposición de familias que han perdido su vivienda habitual por impago de la hipoteca o por una dación en pago.